El reconocimiento facial es una herramienta muy útil para identificar a una persona por medio de su rostro. Esta funciona por medio de las características biométricas de la cara de una persona, donde el algoritmo transforma una imagen en información digital, y luego es comparada y verificada con la persona real. El reconocimiento facial es una categoría que forma parte de la biometría morfológica. Esta medición biométrica se encarga de medir y analizar las características físicas de una persona, como el iris, la voz, la huella digital, o el rosto. En nuestro día a día, el ejemplo más puntual del uso de esta tecnología es por medio del desbloqueo del celular usando nuestro rostro. En este caso, el celular no compara otros rostros, pero sí reconoce al propietario como el único dueño restringiendo el acceso a otros usuarios.
Con el aumento de empresas que manejan la información sensible de los usuarios, también incrementó el índice de ciberdelincuencia, que cometen delitos suplantando o falsificando la información personal. Por eso, es muy importante contar con un sistema de ciberseguridad moderno que valide y verifique la veracidad de la información de los usuarios o empresas que se relacionan con el entorno digital de la empresa o persona. Un sistema de ciberseguridad moderno debe centrarse en reducir los riesgos de fraude o suplantación de identidad. Por este motivo, el uso de la biometría en estos procesos aparece como una solución muy poderosa ante una necesidad de seguridad y protección.
La biometría son la características físicas o medidas biológicas que identifican a una persona; desde la manera de sentarse o pararse, la distancia entre los ojos, o la voz, son rasgos únicos de alguien. Dentro de la biometría encontramos 3 formas de identificar a una persona. La primera es la biometría biológica, donde se identifica a un sujeto por medio de sus rasgos genéticos o moleculares usando sus fluidos corporales como el ADN o el sudor. La segunda manera es la biometría morfológica. Esta hace uso de las características físicas de un individuo como la forma de su rostro, el iris del ojo, o sus huellas dactilares. Finalmente, la última manera de identificar a alguien es por medio de la biometría del comportamiento, basada en los patrones únicos de cada persona, como la manera en que habla o que escribe en una hoja de papel.
El reconocimiento facial funciona por medio de 4 pasos de los que se encarga el programa para asegurar que la identidad digital de la persona es verídica, ya que cada sujeto, al igual que las huellas dactilares, tiene una huella facial única.
- Reconocimiento facial: la cámara detecta y posiciona el rostro del sujeto.
- Análisis facial: el software analiza la geometría de la cara de la persona, identificando las partes del rostro como los ojos, la frente, mentón, pómulos, labios, orejas, y nariz.
- Conversión de la imagen a datos: el programa transforma esta información en información digital para que sea leída por un algoritmo, llevando a convertirla en una fórmula matemática.
- Búsqueda de coincidencias: Finalmente, el programa compara esta información matemática con la información en una base de datos, para identificar a un sujeto.
Cabe aclarar que los programas de reconocimiento facial funcionan buscando coincidencias de alguien comparando la información con otra información presente en una base de datos, o puede comparar si los rasgos físicos son parecidos en dos fotografías. O como ya se mencionó, el dispositivo reconoce a su dueño como único propietario para darle acceso a la información. De esta manera se asegura que la identidad digital de la persona es la verídica.
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IDentidApp se suma a la solución de seguridad para la protección de datos e información sensible, por medio la implementación del reconocimiento facial para validar y verificar la identidad digital de una persona. El sistema de reconocimiento facial implementado compara en tiempo real una foto actual de la persona, con la foto presente en la cédula de la persona. La aplicación emite una respuesta donde indica el porcentaje de similaridad entre la foto y la foto de la cédula, y las posiciones de la cara con las que coinciden la una y la otra.
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